Tenemos el corazón encogido mientras seguimos siendo testigos de la devastación causada por el huracán Helene en el oeste de Carolina del Norte y en todo el sureste. Muchas personas de la región siguen en peligro, enfrentándose a situaciones que ponen en peligro sus vidas, a desplazamientos y a la incertidumbre. Los tenemos a todos en nuestros pensamientos y oraciones durante este momento difícil.
Mientras rezamos por la seguridad, la recuperación y el consuelo de todos los afectados, también instamos a nuestra comunidad a que se una en señal de apoyo. A continuación encontrará algunas formas de ayudar a quienes lo necesitan en estos momentos: